Meditaciones.- Marco Aurelio

MARCO AURELIO-MeditacionesMeditaciones
Marco Aurelio

Editorial Edaf.- Chile, 2022

Este libro, que fue cuaderno de bitácora y testamento del emperador romano Marco Aurelio, sorprende y ayuda a entender los problemas del poderoso y extenso Imperio Romano, sobre todo en la esfera cultural y más íntima del pensamiento; pero también sorprende por lo útil que hoy día pueden resultar muchas de las reflexiones reunidas en sus páginas a la vida común y la gobernación de nuestra persona. ¿Uno de los primeros libros de autoayuda de la historia? No es descabellada la idea, sólo que –en este caso- el libro lo fue escribiendo el propio Marco Aurelio a la luz de la ciencia de la Filosofía y las enseñanzas de sus maestros. Y, a lo que parece, pudo servirle de norte para no perder los estribos o la razón en las diferentes y complicadas situaciones de un gobierno tan complejo como fue el de Roma. Estamos, para situarnos, entre los años 160 y 180, coincidiendo con la fecha de ascenso al poder y la fecha de la muerte del emperador.

MARCO AURELIO imagenMuchas fueron las meditaciones, redactadas de forma breve y a modo de apuntes, del emperador Marco Aurelio, como hombre y como emperador, que a lo largo de su vida se ocupó en considerar y escribir. Como hombre, la mayoría de de ellas las encuentro bien orientadas, muchas útiles y otras propias de la sociedad de la época, sus creencias, costumbres y modo de vida a las que, como emperador, contribuyó a desarrollar y consolidar. Y, aunque son muchas las meditaciones, son más bien pocos los temas, pensamientos e ideas sobre las que se desenvuelven. Marco Aurelio parece repetirse una y otra vez, como un mantra, las mismas ideas fundamentales, aquellas que le servían para afrontar los desafíos del gobierno sin perder de vista su condición de hombre, y no dios, y esforzándose por buscar y encontrar el lado bueno de sus semejantes y colaboradores. Una actitud de sereno análisis de las situaciones y la búsqueda de soluciones. Diría, a la luz de estas meditaciones, que quiso ser emperador sin dejar de ser hombre, y ser hombre sin dejar de ser emperador. Para ello se sirvió de los ejemplos de la filosofía y la razón, sin que lo abandonaran la religión y la fe en las divinidades.

Sarcofago_dio_portonaccioSu recorrido empieza por resumir los aspectos más positivos de la personalidad, el carácter y el comportamiento de quienes lo rodearon; sus padres, amigos, maestros, artistas, filósofos y políticos. Con buenas dotes de observación y una atención esmerada supo valorar y reunir todos esos aspectos que asumirá como propios y como referentes para actuar en su vida privada y pública. Valores morales y sociales en los que apoyarse.

En un continuo diálogo consigo mismo se repite casi de manera constante la idea de la brevedad de la vida, lo efímero de la fama, la bondad de actuar con justicia en favor del bien común y el sentido del destino como un entramado del que no se puede escapar. La influencia de los epicúreos se deja notar en la mayoría de sus meditaciones, que son, o a mí me lo parecen, como un ancla para tenerlo sujeto a salvo de tormentas, lejos de la vanidad y el desánimo y mantenerse en los límites de lo humano con su esfuerzo para el mejoramiento de la misma vida humana y el bien común. A tal fin, tratará de enfrentar los acontecimientos de la vida y la política con relatividad, desdramatizándolas y considerándolas como cosas naturales que no deberían enajenar la razón.

Si hay –o hubiera- necesidad de sacar alguna conclusión –de lo que no estoy seguro-, sería la de que en la vida deberíamos actuar cada uno de nosotros como si fuéramos un emperador que gobernara su existencia para el bien de uno mismo y de los demás, no como si fuéramos a durar mil años, sino con la conciencia de que pende sobre nuestras cabezas la espada de Damocles de un final pronto e imprevisible, y que la felicidad no va a residir ni en la fama ni en la gloria tras la muerte, pues a los muertos no les interesa ni les cabe disfrutar de ello, cosas que son –además- efímeras e inconsistentes para quienes nos sucedan en los días. Al hilo de todo ello, escribió Marco Aurelio: ¡Qué poco falta para que te conviertas en ceniza o esqueleto y sólo un nombre; o ni eso: un nombre es un sonido y un eco! (sic)

Mapa_Imperio_RomanoEl sentido práctico le hará a Marco Aurelio  subrayar el valor  y utilidad del pensamiento no como un mero conocimiento, sino como un fármaco, un remedio eficaz ante lo que nos turba y sucede. Alabará la verdad, que no hace daño; hacen daño –añade- el engaño y la ignorancia.

Sobre el lugar y el peso del pensamiento, el autor de estas Meditaciones que son –como he dicho- una guía práctica para el ejercicio de vivir, nos regala el siguiente ejemplo a modo de parábola: Si tuvieras madrastra y madre  al mismo tiempo, te preocuparías por la primera, pero siempre recurrirías a tu madre. Estas son para ti ahora la corte y la filosofía: vuelve muchas veces y reposa en ella, por la que las cosas de la corte te resultan soportables, así como tu presencia entre ellas.

Si imaginamos considerarnos pequeños emperadores de nuestra vida y nuestro entorno, no estimaré desafortunada la parábola y la enseñanza que nos deja para gobernar nuestro imperio y hacer soportables los accidentes de la vida cotidiana. Eso si queremos ser dueños y no esclavos de nuestro pequeño y efímero imperio.

Y aunque de mucho más se puede escribir sobre este autor y esta obra, baste –me parece- lo escrito hasta aquí para reconocer el valor de la Cultura Clásica y la Filosofía –verdadera madre nuestra- para el aprovechamiento y desarrollo de la tecnología y las sociedades en libertad, el imperio actual que es nuestra madrastra. Repartamos, entonces, bien los amores.

González Alonso

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